17.11.06

Tao

Cuando consulte al Tao sobre como iba a transitar el tiempo que me queda en Abra Pampa, esto es lo que salió:

"El hombre, cuando nace,
es blando y flexible;
cuando muere,
queda rígido y duro.
Las plantas, al nacer
son blandas y flexibles;
cuando mueren, quedan duras y secas.
Lo duro y lo rígido
son compañeros de la muerte.
Lo flexible y lo blando,
son compañeros de la vida.

Hazte flexible como el junco,
pero conserva la fortaleza
interna de la roca."

13.11.06

Bleu Sky





Día de Todos los Santos







Para el Día de Todos los Santos la costumbre es ir al cementerio a beber, comer y coquear mientras se arreglan y decoran las tumbas de los familiares, cuanto más reciente es el muerto mayor empeño se pone en la decoración. Acá van unas fotos del cementerio de Tilcara.

2.11.06

Doña Lucrecia

Hace unos días falleció una Sra. que trabajaba en la asociación.
Acá se acostumbra que cuando alguien muere llevan a pasear el cuerpo por los lugares que le gustaban o en los que pasaba mucho tiempo cuando vivía. Por lo cual la iban a traer a la Sra. a la sede de la asociación, así que a la mañana empezamos a ordenar y arreglar todo para tal fin… pegamos unas fotos en la pared, pusimos banderas y unas frases alusivas. Mientras yo con otras dos personas terminábamos de arreglar todo, el resto de la gente se fue a la misa correspondiente. Yo no tenía muy claro que iba a pasar pero traté de no analizar mucho la situación.
A eso de las 15 hs. veo venir dos camionetas y un montón de gente caminando atrás. De la primer camioneta bajaron una tarimas con velas, candelabros gigantes, una cruz y varias coronas… y de la segunda camioneta bajaron el infaltable cajón y lo pusieron ahí, en el medio de la galería, donde según dicen a la finadita le gustaba sentarse a coquear. Luego abrieron el cajón y empezó a pasar la gente para despedirse, le tiraban agua bendita, coqueaban, tomaban gaseosa y vino y compartían cigarrillos.
El momento más complicado fue cuando me pidieron que oficiara de fotógrafa y le sacara una foto a la Sra. a la que yo, hasta el momento, había evitado acercarme. Así que me acerque lo máximo que pude y tome la foto.
Luego volvieron a subir todo a las camionetas y nos dirigimos al cementerio, donde nuevamente circulo la coca, el vino y los cigarrillos.
Así me agarró la caída del sol... coqueando y tomando vino, sentada sobre una tumba del cementerio de Abra Pampa, con el último retrato de Doña Lucrecia en mi cámara.